
El aprovechar los momentos que nos producen sentimientos de alegría y felicidad, como saborear una deliciosa comida, nos ayuda a desarrollar resiliencia y fuerza emocional durante tiempos difíciles.
¿Quieres ser feliz? Seguramente la respuesta es: Sí! Y apuesto a que la persona que está a tu lado también quiere ser feliz. Todo el mundo quiere ser feliz. El deseo es parte de nuestra biología y está conectado a nuestro cerebro. Pero la razón por la que surge la felicidad es variada y compleja. Mucha gente piensa que encuentras la felicidad; sin embargo, la felicidad no es una cosa, por lo que nunca se pierde. La felicidad es una experiencia, y las condiciones para que tengas la experiencia de la felicidad son sorprendentemente comunes.
Aquí hay cuatro maneras en que comer conscientemente puede ayudar a nutrir las condiciones para la felicidad, que ya están a tu alrededor.
1) La felicidad del contacto con los sentidos (mirar, probar, oler, sentir, tocar y hacer sonar y escuchar)
La forma más fácil y obvia de nutrir la felicidad es darse permiso para disfrutar del placer multi sensorial que abunda al comer. Date tiempo para respirar profundamente y percibir los aromas de tu comida; observa la combinación de colores que tiene tu plato al estar lleno de comida, observa la sensación de la comida en la boca, el toque del tenedor en la boca o el sonido de un bocado mientras masticas, la explosión de sabores que surge en tu boca al morder la comida, experimenta la sensación de percibir la temperatura de cada uno de tus alimentos…¡Estás alimentando la felicidad! ¡Adelante…!! salta directamente al placer multisensorial que está presente al comer!
2) La felicidad de los estados mentales positivos (alegría, bondad amorosa, compasión, ecuanimidad)
La segunda manera es observar y apreciar cuando surgen estados mentales positivos y útiles, como cuando surgen gozo, disfrute, autocompasión y paciencia. La vida es estresante y desafiante, por lo que la capacidad de ofrecer autocompasión y de tener paciencia en estos momentos de estrés es un don especial. Puedes comenzar tu práctica notando alegría, o agradecimiento por lo que te vas a comer y por todo y todos los que estuvieron involucrados para lograr que esa comida llegara a tu plato, así como honrar la disposición de la comida para contribuir a la nutrición de tu cuerpo.
Hacer este tipo de pausas, buscar y encontrar lo que es “bueno” cuando tu vida está fluyendo con tranquilidad, te “entrenará” para que te sea fácil encontrar estos sentimientos estabilizadores cuando te enfrentes a situaciones difíciles. ¡Busca la felicidad que surge cuando tienes pensamientos útiles!
3) La felicidad de la concentración (centrar la mente y los pensamientos en un solo proyecto)
La tercera forma es enfocar tu atención, en lugar de dividirla en muchas partes. Cuando te das permiso para centrar tu atención en una cosa, un proyecto, una experiencia, la típica charla y distracción que te rodea comienza a callarse y la mente es libre de concentrarse en las tareas presentes. Crear las oportunidades para concentrar la mente y centrar tu atención en una cosa es un regalo precioso en una vida qué, por su ritmo, tiende a volverse automática y la hora de la comida es una excelente oportunidad para practicar el poner tu atención en una sola cosa. Saborea la alegría de concentrar tu mente y pensamientos en la tarea presente.
4) La felicidad de la atención plena (experimentar la interconexión y la humanidad común que es parte de la experiencia humana)
La cuarta manera de nutrir la felicidad es dejar de lado cualquier expectativa que puedas tener; por ejemplo, la idea de que comer con atención te ayudará a hacer “X” o “Y”. No te distraigas con el mañana. Hazte presente y saborea la maravilla de la conciencia, el surgimiento de la sabiduría interna, la sensación de emoción que surge a medida que practicas la alimentación consciente. Bienvenidx a la alegría de la presencia!!.
Si lo piensas, la manera de comer más conscientemente es practicar la habilidad de notar la alegría y el placer que está presente todos los días! Nutrir estos cuatro tipos de felicidad de manera consistente cuando la vida es buena y agradable hace que cada momento sea más divertido. Al mismo tiempo, aumenta la fuerza emocional y la resiliencia cuando la vida es desafiante.